Previene el envejecimiento prematuro de la piel. Sus efectos antiage y antirradicales libres se deben a su composición rica en minerales y oligoelementos como hierro y cobre. Refresca, hidrata y relaja. Los productos termales son ideales para refrescar la piel en los días de calor o durante viajes largos, porque además de mantener la piel hidratada, funcionan como calmante y estabilizante dérmico.
Energiza la piel y activa la circulación de la sangre. Al aportar oligoelementos, el agua termal reconstituye la piel y actúa descongestionando, suavizando todo tipo de cutis. Por eso es ideal para borrar del rostro cualquier signo de fatiga y relajar párpados hinchados.